La electroterapia es un tratamiento que lleva aplicándose desde 1855. El propósito del tratamiento es reducir el dolor y la hinchazón en las zonas del cuerpo que se ven afectados. Se recomienda en situaciones donde hay un inmenso dolor causado por inflamación muscular y también como una forma de curar el cuerpo. Ahora, que los problemas y efectos secundarios de las terapias farmacéuticas se están discutiendo de manera generalizada, la electroterapia es considerada por los médicos de todo el mundo como una buena forma de tratamiento.
¿Cómo funciona la electroterapia y cuándo se utiliza?
En la electroterapia, se aplica corriente eléctrica en los músculos o el tejido del cuerpo con el propósito de estimular las zonas dañadas. La corriente aplicada puede ser corriente alterna o corriente directa. En la mayoría de los casos, se aplica la corriente alterna porque es mucho más eficaz.
Este tratamiento se utiliza para solventar muchas patologías, pero sobre todo se utiliza para aumentar la circulación de la sangre y el aumento de la velocidad de curación de varios tipos de heridas. En estos casos es una forma ideal de tratamiento ya que no causa efectos secundarios o dolor. En la actualidad, esta técnica es utilizada con mucha frecuencia por fisioterapeutas y también por quiroprácticos.
A veces se puede combinar la electroterapia con otros tratamientos como la acupuntura o los ultrasonidos para aumentar la efectividad del tratamiento. Es un método muy eficaz como método para la reducción del dolor en prácticamente cualquier parte del cuerpo. Los pacientes que sufren de artritis, han encontrado en la electroterapia una solución muy fiable y eficaz ya que minimiza las molestias mediante el bloqueo de la transmisión de señales de dolor sin la necesidad de cirugía o la ingesta de medicación.
Se puede utilizar incluso para transmitir los efectos analgésicos y anti-inflamatorios de la medicación en situaciones donde hay dolor por la aparición de una fractura o por las incisiones que se realizan cuando una persona se ha sometido a cirugía.
La electroterapia es muy útil en estos tratamientos debido a su capacidad para acelerar el crecimiento de los músculos dañados y además, reduce los espasmos musculares. Este tipo de tratamientos se realiza directamente en la consulta del especialista que cuenta con el equipo y los materiales necesarios. No obstante, cabe señalar que las personas que tienen un marcapasos o que están embarazadas no deben ser expuestos a este tipo de técnica. No se recomienda para las personas que se someten a tratamientos de radiación ionizante o para aquellos que sufren de diabetes en una forma muy severa.
Tipos de tratamientos con electroterapia
- Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutanea (TENS). Se aplica la corriente eléctrica para controlar el dolor crónico o agudo. Mediante este tratamiento se estimulan los nervios sensoriales, logrando un sentimiento analgésico. Consiste en una técnica no invasiva y sin efectos secundarios.
- Electroterapia Interferencial (IFT). Es una técnica de estimulación de baja frecuencia que actúa sobre los tejidos nerviosos, con resultados rápidos y eficaces en el alivio del dolor y estimulación de los músculos.
- Estimulación Muscular Eléctrica (EMS). Se utilizan un equipo de electrodos que se pegan a la piel generando estimulación en las neuronas motoras y se produzca contracción en los músculos. El efecto que se consigue con este tratamiento es similar a cuando se entrenan los músculos. Se suele utilizar para la atrofia muscular, contracturas…
- Electroacupuntura. Es una técnica basada en la acupuntura tradicional, la diferencia es que se utiliza un equipo de electrodos que produce impulsos magnéticos a través de dos agujas que se colocan en los puntos enérgicos del cuerpo. Este tratamiento se suele utilizar como tratamiento para un dolor agudo y para reducir los efectos secundarios de la quimioterapia.